Psicoterapia de adultos y jóvenes




En Psicoterapia el protagonista es la persona, y la tarea del terapeuta es acompañarle en ese proceso de toma de conciencia y autoconocimiento, potenciando su autonomía y haciéndole creer en su propia capacidad de desarrollo.

Nuestra vida pasa por muchas etapas y algunas son más difíciles que otras, haciendo que nuestro yo sé tambalee e incluso se sienta desorientado.  
Sentimientos de tristeza, autoestima desajustada, desesperanza, estrés, ansiedad, inestabilidad emocional, conflictos en las relaciones, descontrol de impulsos...son los nombres que ponemos a ese malestar emocional, que constituyen la demanda en la terapia.

El terapeuta acompaña a la persona en el proceso de toma de conciencia de su estado psicológico. Establece una relación de ayuda para que la persona conecte con sus emociones, sus pensamientos y su forma de actuar en el día a día.

Las principales  herramientas del terapeuta son la empatía, la escucha activa y la aceptación incondicional. Sin empatía no hay escucha auténtica. La escucha auténtica conlleva aceptar a la persona con todo lo que trae a consulta.  

La aceptación incondicional del terapeuta, es el trampolín para que la persona comience su proceso de aceptación de sí mismo, de su malestar emocional y de sus limitaciones. Sólo cuando  se siente aceptada, no juzgada,  se siente libre para verbalizar todo lo que le preocupa, le agobia, le genera malestar. Y también para expresar sus deseos, sueños, ilusiones, proyectos…

La terapia tiene que ayudar también a tomar conciencia de los recursos y  capacidades, a veces desconocidos, para ponerlos en marcha. A veces la persona no los identifica o necesita aprender estrategias de afrontamiento nuevas.

Estas estrategias son variadas, y se utilizan con una visión amplia e integradora, escogiendo la que más ayude. Tareas conductuales, silla vacía, reestructuración cognitiva, terapia narrativa, técnicas de gestión de estrés, análisis de patrones... Cada una de ellas serán utilizadas en función de  la persona y la demanda que trae a terapia. Cada persona es única. 

El espacio psicoterapéutico es un lugar de encuentro de la persona consigo misma, y la tarea del terapeuta es facilitar la búsqueda de su salud emocional y su crecimiento personal, en este momento de su vida que está viviendo, Aquí y Ahora.

¿En qué te puedo ayudar? 
  • Dificultades de comunicación
  • Inestabilidad emocional 
  • Autoconocimiento 
  • Autoestima 
  • Trastornos depresivos 
  • Estados de ansiedad
  • Trastornos obsesivos
  • Gestión del estrés
  • Psicooncología
  • Dolor crónico
  • Problemas en la relación de pareja

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