lunes, 25 de mayo de 2020

Escuchando a tu corazón

Qué difícil es escucharte a ti mismo, escucharte desde dentro, desde lo más profundo de tu ser.

Tu cabeza con sus pensamientos, excusas, razones y justificaciones, interrumpe el fluir de tus emociones.

Puedes silenciar ese ruido , parándote , y atendiendo a tu respiración, sintiendo el aire que entra, recorre tus pulmones y  eleva tu estómago, volviendo a salir por tus fosas nasales.

Cuando conectas con tu yo más auténtico, empiezas a escuchar a tu corazón.

El te va a hablar de sus ilusiones, de sus sueños, de sus  deseos de paz interior.

También te hablará de sus heridas y de sus miedos.

Pero cuando le dejas hablar, siempre te va a pedir que le cures, que le  cuides y que elijas lo mejor para él, porque él eres tú.
Y tus decisiones nacerán desde tú yo más sincero, y desde la honestidad contigo mismo.

💫Te propongo un ejercicio: PÁRATE, RESPIRA y ESCÚCHATE

💫 Y te propongo una canción de fondo: "Forrest Gump Suite"

https://open.spotify.com/track/655OjsI6LbHdo3565qEfbE?si=20hsPquYTsihUFw0jUVFQg


Coloca tus manos en tu abdomen.
Inhala aire por tu nariz lentamente, inflando tu abdomen y cuenta , 1..2..3..4...
Exhala y desinfla tu abdomen .. 4..3..2..1
Repite cinco veces .

Cuando sólo exista dentro de ti el murmullo de tu respiración...

  • ¿Qué sientes ?
  • (Si te interrumpen pensamientos , déjalos pasar ...)
  • ¿Qué te dice tu corazón?
  • ¿Qué te hace sentir paz, alegría, ilusión, amor, esperanza? 
  • ¿Son personas, actividades, lugares, canciones? 
  • Termina escuchando tu respiración.

✔️ Coge papel y boli:

✏️ Escribe que podrías hacer para cuidar tu corazón, para cuidarte tú.

"Donde el corazón te lleve" Susanna Tamaro, un libro directo al corazón.





viernes, 15 de mayo de 2020

Viviendo

 

             

                            



                           EL BUSCADOR

            Jorge Bucay ( “Cuentos para pensar”)

 

Esta es la historia de un hombre al que yo definiría como buscador...

Un buscador es alguien que busca, no necesariamente es alguien que encuentra. Tampoco esa alguien que, necesariamente, sabe lo qué es lo que está buscando, es simplemente para quien su vida es una búsqueda.

Un día, el buscador sintió que debía ir hacia la ciudad de Kammir. El había aprendido a hacer caso riguroso a estas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo, así que dejó todo y partió. Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos divisó, a lo lejos, Kammir.

Un poco antes de llegar al pueblo, una colina a la derecha del sendero le llamó mucho la atención. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores encantadores; la rodeaba por completo una especie de valla pequeña de madera lustrada. ...Una portezuela de bronce lo invitaba a entrar. De pronto, sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en ese lugar.

El buscador traspaso el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar, entre los árboles. Dejó que sus ojos se posaran como mariposas en cada detalle de este paraíso multicolor. Sus ojos eran los de un buscador, y quizás por eso descubrió, sobre una de las piedras, aquella inscripción:

  Abedul Tareg, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días

Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que esa piedra no era simplemente una piedra, era una lápida. Sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en ese lugar.

Mirando a su alrededor, el hombre se dio cuenta de que la piedra de al lado también tenía una inscripción. Se acercó a leerla, decía:

  Yamir Kalib, vivió 5 años, 8 meses, y 3 semanas

El buscador se sintió terriblemente conmocionado.Este hermoso lugar era un cementerio y cada piedra, una tumba.

Una por una, empezó a leer las lápidas.

Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto.

Pero lo que lo conectó con el espanto, fue comprobar que el que más tiempo había vivido apenas sobrepasaba 11 años...

Embargado por un dolor terrible se sentó y se puso a llorar.

El cuidador del cementerio, pasaba por ahí y se acercó. Lo miró llorar por un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar.

- No, ningún familiar - dijo el buscador - ¿qué pasa con este pueblo?, ¿qué cosa tan terrible hay en esta ciudad?. ¿Por qué tantos niños muertos enterrados en este lugar?, ¿cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente, que lo ha obligado a construir un cementerio de chicos?!!!

 El anciano sonrió y dijo:

- Puede Ud. serenarse. No hay tal maldición. Lo que pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré... Cuando un joven cumple quince años sus padres le regalan una libreta, como ésta que tengo aquí, colgando del cuello. Y es tradición entre nosotros que a partir de allí, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abre la libreta y anota en ella:

   a la izquierda, qué fue lo disfrutado…

   a la derecha, cuánto tiempo duró el gozo...

Conoció a su novia, y se enamoró de ella. ¿Cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla?, ¿una semana?, ¿dos?, ¿tres semanas y media?…

Y después… la emoción del primer beso, el placer maravilloso del primer beso, ¿cuánto duró?, ¿el minuto y medio del beso?, ¿dos días?, ¿una semana?…

¿Y el embarazo o el nacimiento del primer hijo...? ¿y el casamiento de los amigos…?¿y el viaje más deseado…?¿y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano…?

¿Cuánto tiempo duró el disfrutar de estas situaciones?… ¿horas?, ¿días?…

 Así... vamos anotando en la libreta cada momento que disfrutamos... cada momento.

Cuando alguien se muere, es nuestra costumbre, abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado, para escribirlo sobre su tumba, porque Ese es, para nosotros, el único y verdadero tiempo VIVIDO.

 

viernes, 8 de mayo de 2020

"La gratitud es la memoria del corazón" (Lao Tse)









Cuando te sientes agradecido con alguien y se lo expresas mirándole a los ojos: 

Te faltan y te sobran las palabras...

Sientes que tu corazón se encoje y se relaja después...

Experimentas el sentimiento de humildad y te gusta sentirlo...

Puede que te emociones de alegría...

Sientes que eres importante para alguien...

Le estás diciendo al otro que es alguien importante en tu vida...

Cuando alguien te da las gracias, ¿Sientes lo mismo? Yo sí....

Busca dentro de ti el sentimiento de agradecimiento y cultívalo para que crezca.

Sentirás más energía vital, paz interior y crecerá tu confianza y optimismo hacia la vida y las personas.

Una actitud de gratitud en la vida diaria mejora tu salud emocional.

"Las palabras nunca alcanzan cuando lo que hay que decir desborda el alma" (Julio Cortázar)