Cuando sabes de dónde vienes, cuáles son tus raíces, aunque algunas te han hecho tambalearte...
Cuando estás conectad@ con tus emociones y sabes regularlas para que el río que forman no derrumbe tu casa ni las que tienes cerca...
Cuando eres consciente de tus heridas, miedos y limitaciones, y aceptas tu vulnerabilidad humana...
Entonces...
Vas construyendo tu casa con una estructura firme a pesar del paso del tiempo y de sus inclemencias...
Vas arreglando las grietas y las goteras, y las miras con cariño porque forman parte de tu historia...
Y plantas flores allí donde todavía quedan huecos oscuros...
Y tu casa es un lugar donde te apetece estar contig@ mismo y donde los demás también quieren estar.
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